
Hoy en la Buhardilla vamos a ver como es posible cultivar setas en casa de manera muy fácil y sencilla. A pesar de que cada vez es más común encontrar una gran variedad de setas en el mercado, estas no siempre están disponibles todo el año o no encontramos las que nos apetece consumir. Lo que mucha desconoce es que es posible cultivar algunas de ellas en casa y que su cultivo es mucho más fácil de lo que se puede imaginar, con unos sencillos pasos y con un poco de dedicación cualquiera puede cultivar ricas setas en casa. A pesar de que es posible cultivar setas sobre una gran variedad de substratos (paja, cereales o café, por nombrar algunos) en esta entrada nos vamos a centrar en el cultivo de setas sobre arroz, por ser uno de los substratos más extendidos. No obstante, en futuras entradas veremos como podemos cultivar setas en otros substratos o como usar una mezcla de distintos substratos para mejorar el rendimiento. ¡Sin más dilación, empezamos!!!
Una de las maneras más fáciles de empezar con el cultivo de setas es a partir de lo que se conoce como inoculo líquido. Esto no es más que una suspensión del micelio (lo que se podría considerar las ‘raíces’ del hongo) en un medio de cultivo líquido y estéril (generalmente una solución salina). A pesar de que también se puede iniciar el cultivo a partir de las esporas, el método descrito aquí es mucho más sencillo. Una vez aclarado esto, vemos el material que vamos a usar.
Material
- Tarro de cristal
- Sustrato
- Olla a presión
- Inóculo (en jeringuilla)
Lo primero que vamos a hacer será practicar una pequeña incisión en el tapón del tarro de cristal. Esto va a permitir que se produzca el intercambio de gases en el tarro (se libere el dióxido de carbono producido durante el crecimiento y que se reemplace el oxígeno consumido). A continuación, vamos a poner a cocer el arroz, en este caso es mejor dejarlo un poco más y que el arroz quede un poco ‘pasado’, puesto que así facilitaremos el crecimiento del hongo. Una vez cocido lo colamos y lo dejamos escurrir bien. Cuando el arroz esté bien escurrido ya lo podremos poner en los tarros. Es importante remarcar, que en el proceso de llenado de los tarros no aplastemos mucho el arroz, de esta manera evitaremos que se produzcan zonas anóxicas (faltadas de oxígeno) que impedirían el correcto desarrollo del hongo.
Una vez tenemos el substrato (arroz), vamos a hacer un pequeño agujero en la tapa que vamos a tapar con una tirita (mirando que la parte algodonada de la misma tape la totalidad del agujero). Esto va a permitir que mientras las setas crezcan se produzca el intercambio de gases entre el interior y exterior del tarro. Es decir, el CO₂ que se produce en el interior del tarro producido por el crecimiento de la las setas se intercambiará por el oxígeno del exterior del tarro, permitiendo así que las setas sigan creciendo. Ahora que ya tenemos los tarros preparados es momentos de esterilizarlos. En este caso vamos a utilizar una olla a presión para esterilizar los tarros. Al usar la olla a presión vamos a eliminar todos los microorganismos que podrían competir con nuestras setas, de esta manera garantizamos que nuestro material de crecimiento no está contaminado y solo va a crecer los microorganismos que nosotros queremos (setas). Pondremos un poco de agua en la olla, un trapo en el fondo (para que no se dañen los tarros) pondremos los tarros con el sustrato (sin inocular) tapamos y ponemos la olla con la máxima resistencia. Cuando el agua en el interior empieza a hervir, vamos a dejarlo así durante un tiempo de 15-20 minutos. Pasado este tiempo retiramos del fuego y esperamos a que se enfríe la olla (sin abrirla), de esta manera vamos a garantizar que el sustrato está esterilizado.
Cuando tengamos los tarros a temperatura ambiente es el momento de realizar la inoculación. Este es el punto crítico de todo el proceso, puesto que si no realizamos el proceso con cura de que el proceso sea estéril, el proceso se puede contaminar y arruinar el crecimiento de las setas. Para garantizar la esterilización vamos a usar guantes de látex o nitrilo, a continuación vamos a limpiarnos las manos con un poco de alcohol. Para crear una ‘sala limpia’ vamos a utilizar una caja grande de plástico (en la que nos pueda caber las manos y los tarros con facilidad) el cual vamos a limpiar muy bien con una solución de alcohol. También vamos a pulverizar un poco de alcohol por todo el interior para desinfectarlo todo. Ahora ya podemos abrir los tarros en el interior de la caja y proceder a la inoculación. Para ello solo tendremos que poner unos mililitros del inóculo por la superficie del arroz. Al finalizar la inoculación taparemos de nuevo el tarro y pondremos en un lugar oscuro y cálido.
A los pocos días veremos como empieza a desarrollarse en la superficie y poco a poca va creciendo hasta el fondo del tarro. Cuando todo el tarro esté colonizado, es decir, todo cubierto de una capa blanca (micelio). Una vez, este todo colonizado, pondremos el tarro en un lugar frío (5ºC) uno o dos días, podemos ponerlo en la nevera o en agua con hielo. Transcurrido este periodo de frío, pondremos los tarros en un lugar en luz indirecta y que no tenga una alta corriente de viento. En este momento tenemos que garantizar que se mantiene un alto grado de humedad (>80%) para que las setas puedas fructificar. Podemos ponerlos dentro de una caja de plástico transparente o centre de bolsas de plástico transparente, para garantizar la humedad. Para favorecer que circule bien el aire vamos a practicar una serie de orificios pequeños. Un indicador fácil para ver el grado de humedad es que siempre estén las paredes del recipiente con gotas de agua en su superficie (esto indica un grado de humedad entre el 80-90%). En el caso de que la humedad descienda del punto óptimo, tendremos que humedecer el ambiente con un pulverizador.
Con el paso de los días (entre 3 y 10 días según las condiciones), veremos como en la superficie empiezan a aparecer, pequeñas ‘protuberancias’, esto indica que ya están empezando a formar las primeras setas. Si decimos manteniendo la humedad elevada veremos como crecen rápidamente las setas. Una vez lleguen a la forma adulta ya se podrán recolectar. Cuando recolectemos las setas, si seguimos manteniendo la humedad, veremos como a los pocos días vuelven a fructificar nuevas setas (pudiendo realizar incluso 3 cosechas más).



Cundo terminemos con el tarro y veamos que ya non produce más setas, podemos desechar lo que nos quede en el vermicompostador y así usarlo como abona para nuestras plantas. Dando de esta manera una nueva utilidad a este subproducto del cultivo de las setas.
En esta entrada hemos visto como podemos cultivar setas de manera fácil en casa. Usando una olla a presión es posible esterilizar el sustrato para la posterior inoculación. Una vez inoculado proporcionando las condiciones adecuadas vamos a permitir la propagación del micelio y posterior fructificación de las setas.
Saludos y hasta la próxima aventura!!!
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